El martirio de san Juan Bautista. Profeta nacido de un profeta (Lc 1:67), bautizaste al Señor, fuiste «la voz que grita en el desierto: Arrepiéntanse» (Mt 3:2), reprendiste a Herodes por su impío …Más
El martirio de san Juan Bautista.

Profeta nacido de un profeta (Lc 1:67), bautizaste al Señor, fuiste «la voz que grita en el desierto: Arrepiéntanse» (Mt 3:2), reprendiste a Herodes por su impío libertinaje. Es por eso que corriste para anunciar el Reino de los Cielos a los que estaban cautivos adónde descansan los muertos…

Precursor como profeta, bautizador y mártir como voz del Verbo, su mensaje, su antorcha, tú el más grande de los profetas según el testimonio dado por Dios (Mt 11:9), implora al Señor que salve de toda prueba y de toda desgracia a los que festejan con amor tu radiante memoria…

Vengan todos los pueblos, celebremos al profeta, mártir y bautizador del Salvador: es él, que como un ángel en carne (Mc 1:2 griego) reprendió a Herodes por su injusta relación, condenando su incorrecta acción. Pero a causa de una danza y de un juramento, decapitaron la venerable cabeza de aquél que anuncia hasta en los infiernos la buena nueva de la resurrección de entre los muertos y que sin cesar intercede ante el Señor por la salvación de nuestras almas.

Vengan, todos los fieles, celebremos al profeta, mártir y bautizador: yéndose al desierto encontró su descanso, alimentándose de saltamontes y de miel salvaje; reprendió al rey que violaba la ley. Y a nosotros, los temerosos, nos exhortaba diciendo: «Conviértanse, porque el Reino de los cielos está cerca».